Mi vida sin mi

“Rezas para que esta sea tú vida sin ti.
Rezas para que las niñas quieran a esta mujer que se llama como tú y para que tu marido acabe por quererla.
Para que vivan en la casa de al lado y las niñas usen el remolque para jugar a las muñecas y apenas recuerden a su madre que dormía de día y las llevaba de viaje en canoa.
Rezas para que tengan momentos de felicidad tan intensos que cualquier pena parezca pequeña a su lado.
Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada.
Ni siquiera nostalgia.


lunes, 3 de enero de 2011

Feliz año nuevo, o eso dicen.


A punto de superar la época de más hipocresía del año, me paro a pensar un momento, ¿podremos seguir ahora con nuestras malas vidas y sentimientos podridos de siempre?

Yo, desde luego, sí, ya que de hecho no he cambiado ni un ápice en estas fechas mi forma de pensar ni de comportarme con los demás, puesto que deduzco que no era ni tan mala (conozco casos peores).

Los disgustos ocasionados sin maldad ninguna, el daño que haya podido hacer, el sufrimiento pasado... asi como las pocas alegrías dadas en este año pasado, seguirán existiendo. ¿Año nuevo, vida nueva? ¿Propósitos inalcanzables? Bah, una manera más de tener la cabeza ocupada con otras cosas que no son las realmente importantes para nosotros, al menos para mi.

Mis propósitos no existen, o están fuera de mi alcance totalmente. Hoy me di cuenta por millonésima vez de que lo que quiero/quisiera es imposible. Hasta hace un tiempo llevaba una venda en los ojos, iba muy cómoda por la vida pensando que todo podía salir bien, pero no. Hoy me quitaron la venda de un bofetón, y doy gracias, aunque ahora vea la vida más negra que de costumbre.

Todo es acostumbrarse, y creo que empiezo a hacerlo, aunque me cueste el sufrimiento de gente cercana, abandonos, soledades y demás... las cosas son así, y no hay mas vuelta de hoja ni fechas melodramáticas que lo encubran. Como mucho más vendas, pero de esas sobran en la vida, ya se irán cayendo...