Mi vida sin mi

“Rezas para que esta sea tú vida sin ti.
Rezas para que las niñas quieran a esta mujer que se llama como tú y para que tu marido acabe por quererla.
Para que vivan en la casa de al lado y las niñas usen el remolque para jugar a las muñecas y apenas recuerden a su madre que dormía de día y las llevaba de viaje en canoa.
Rezas para que tengan momentos de felicidad tan intensos que cualquier pena parezca pequeña a su lado.
Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada.
Ni siquiera nostalgia.


miércoles, 6 de julio de 2011

Las gafas


Ayer regresé de un viaje que seguro nunca olvidaré, no por lo lejos que haya ido, ni por los kilos que haya podido ganar o perder, sino por la tremenda pasión con la que lo viví todo, los ojos con los que miré todo aquello. Igual no era tan bonito en realidad, pero a mi me pareció precioso, llevaba las gafas de ver la vida.

Hoy es como si me hubieran roto los gafas trozo a trozo, con cada hora del día. Ya sólo salen lágrimas de esos ojos que ayer veían maravillas por todos lados. Hoy sólo hay heridas en mi cuerpo, solo pensamientos horribles, sentimientos de vacío, tristeza y soledad buscada.


¿Qué pasa contigo? ¿Un día por las nubes y otro día bajo tierra? Decidete, dejame decidir... pero haz algo ya.