Mi vida sin mi

“Rezas para que esta sea tú vida sin ti.
Rezas para que las niñas quieran a esta mujer que se llama como tú y para que tu marido acabe por quererla.
Para que vivan en la casa de al lado y las niñas usen el remolque para jugar a las muñecas y apenas recuerden a su madre que dormía de día y las llevaba de viaje en canoa.
Rezas para que tengan momentos de felicidad tan intensos que cualquier pena parezca pequeña a su lado.
Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada.
Ni siquiera nostalgia.


miércoles, 6 de julio de 2011

Las gafas


Ayer regresé de un viaje que seguro nunca olvidaré, no por lo lejos que haya ido, ni por los kilos que haya podido ganar o perder, sino por la tremenda pasión con la que lo viví todo, los ojos con los que miré todo aquello. Igual no era tan bonito en realidad, pero a mi me pareció precioso, llevaba las gafas de ver la vida.

Hoy es como si me hubieran roto los gafas trozo a trozo, con cada hora del día. Ya sólo salen lágrimas de esos ojos que ayer veían maravillas por todos lados. Hoy sólo hay heridas en mi cuerpo, solo pensamientos horribles, sentimientos de vacío, tristeza y soledad buscada.


¿Qué pasa contigo? ¿Un día por las nubes y otro día bajo tierra? Decidete, dejame decidir... pero haz algo ya.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Se lleva todo por delante...


Una mente con miedo es aquella que se debate entre la locura y la cordura. El punto medio donde me encuentro día a día.

Supongo que todos tenemos siempre algún miedo. Yo, al menos, no recuerdo mi vida sin miedos, quizás cuando era pequeña, pero no, aunque fueran lo que ahora se vería como un miedo absurdo, seguro que en aquel momento yo lo veía como algo tremendo.

Me pregunto si eso pasará así el resto de mi vida, si dentro de unos años podré decir que ésto era un miedo tonto, que pasé por lo que estoy pasando porque yo solita me lo he buscado. Ojalá que esto suceda, al menos cuando tenga el honor de ser una abuelita, significará que he logrado ser feliz de otra forma distinta a la que ahora mismo busco.

Sinceramente, no veo el día en que llegue a decir eso, ahora mismo me siento tan... unida a ese miedo... que tendría suerte si realmente llegara a esa edad. Lo contradictorio es que no me hace sentir mal, tengo la esperanza de que todo lo sufrido sirva para algo pronto, y si para ello tengo que llevarme por delante trozitos de mi vida/cuerpo/mente con ello, adiós muy buenas.

No aconsejable, para nadie.

lunes, 4 de abril de 2011

¿Todo llegará?



Qué difícil y qué triste es no querer coger las manos que tan sólo te quieren prestar algo de ayuda.

Qué contradictorio es saber que a veces la necesitas y no quererla... Como ese sentimiento del que tanto hablo siempre, la soledad, sentirte triste por ello y al mismo tiempo no querer cambiarlo, o no poder, o quizás un poco de todo.


Sigo sintiéndome como en un precipicio a punto de saltar, pero ¿por qué voy a tener que caerme? Cabe la posibilidad de que acabe volando, o incluso de que me caiga y me encuentre mejor en el suelo que allí arriba con ese vértigo de siempre. Quién sabe...

Yo, de momento, siento tener unas pequeñas alitas que me hacen acercarme a lo más alto de lo existente, al éxtasis, a lo más! Espero llegar algún día, no abandonaré, ya he sido bastante cobarde en la vida.

PACIENCIA.

jueves, 3 de marzo de 2011

Si algo puede salir mal...




¡Qué razón tenía ese tal Murphy...! Si algo puede salir mal, saldrá peor... y más ahora!

Empieza el día a las 8 a.m. de forma catastrófica.
Continuos resultados pésimos en mi vida a pesar de mis esfuerzos; codos y lágrimas malgastados en vano.

Hace poco estaba como en una montaña rusa, ahora, creo que sigo montada en ella, pero en una de esas caídas en picado que tanto vértigo me dan. Sólo espero, que al igual que en la atracción, el precio por esa gran caída merezca la pena y me haga sonreir al final.

Hoy, gracias a que todo ha ido fatal, me siento con más fuerzas que nunca para conseguir lo que quiero, mi sueño.

Porque nadie dijo que fuera fácil, pero espero que lo que hoy parece el sacrificio de mi vida, acaba siento el mayor logro coseguido.

lunes, 3 de enero de 2011

Feliz año nuevo, o eso dicen.


A punto de superar la época de más hipocresía del año, me paro a pensar un momento, ¿podremos seguir ahora con nuestras malas vidas y sentimientos podridos de siempre?

Yo, desde luego, sí, ya que de hecho no he cambiado ni un ápice en estas fechas mi forma de pensar ni de comportarme con los demás, puesto que deduzco que no era ni tan mala (conozco casos peores).

Los disgustos ocasionados sin maldad ninguna, el daño que haya podido hacer, el sufrimiento pasado... asi como las pocas alegrías dadas en este año pasado, seguirán existiendo. ¿Año nuevo, vida nueva? ¿Propósitos inalcanzables? Bah, una manera más de tener la cabeza ocupada con otras cosas que no son las realmente importantes para nosotros, al menos para mi.

Mis propósitos no existen, o están fuera de mi alcance totalmente. Hoy me di cuenta por millonésima vez de que lo que quiero/quisiera es imposible. Hasta hace un tiempo llevaba una venda en los ojos, iba muy cómoda por la vida pensando que todo podía salir bien, pero no. Hoy me quitaron la venda de un bofetón, y doy gracias, aunque ahora vea la vida más negra que de costumbre.

Todo es acostumbrarse, y creo que empiezo a hacerlo, aunque me cueste el sufrimiento de gente cercana, abandonos, soledades y demás... las cosas son así, y no hay mas vuelta de hoja ni fechas melodramáticas que lo encubran. Como mucho más vendas, pero de esas sobran en la vida, ya se irán cayendo...