
Me engañas cómo y cuándo quieres, me haces verme, sentirme e incluso ser la peor persona del planeta.
Y te hago caso, te sigo y me guías hasta una cama completamente blanca con bordados azules hasta en la almohada a conjunto con sus dueños, y ahí me quedo postrada, hasta que a tí se te ocurre una nueva; algo que pueda hacerme sentir aún peor, algo con lo que consigas que a veces incluso tenga ganas de morirme por no poder contigo.
Ójala pudiera matarte yo a tí, ójala tuviera suficientes fuerzas para mandarte a TÍ a la mierda, en lugar de a mi vida entera...