Y digo yo: ¿cómo puede enganchar tanto algo que te está jodiendo la vida? La historia de nunca acabar.
Ese podría ser perfectamente el título de mi vida. Una historia que no se sabe muy bien dónde ni cómo empezó, pero que no acaba nunca, y que destruye esperanzas día tras día.
Una barrera gigante. Si la quieres cruzar, será a costa de un alto precio, y de una gran lucha contra el monstruito que permanentemente está y te estará esperando a las puertas de la vida normal.
Opto por "no desesperar" de momento, y quedarme en este lado, malviviendo. Puta debilidad.
Si no puedes con tu enemigo, únete a él ¿no? Pues eso, la historia de nunca acabar.
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