Mi vida sin mi

“Rezas para que esta sea tú vida sin ti.
Rezas para que las niñas quieran a esta mujer que se llama como tú y para que tu marido acabe por quererla.
Para que vivan en la casa de al lado y las niñas usen el remolque para jugar a las muñecas y apenas recuerden a su madre que dormía de día y las llevaba de viaje en canoa.
Rezas para que tengan momentos de felicidad tan intensos que cualquier pena parezca pequeña a su lado.
Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada.
Ni siquiera nostalgia.


miércoles, 26 de mayo de 2010

Orgullo y decepción



Hoy, estudiando un tema sobre la inteligencia, se me ha ido durante un buen rato la cabeza, pensando en mi generación. La generación de la que nuestros mayores generalmente hablan mal, aunque no tanto como de la que viene ahora, que tiene tela.

Hace años, me corroía por dentro el escuchar ciertos desprecios y comentarios despectivos sobre mi "querida" generación, pero será que los años pasan por todos, y es el día de hoy en el que ese sentimiento ha pasado a convertirse en vergüenza y decepción. Y no, no soy ninguna carca ni nada por estilo. A mis 21 años me gusta lo que a todos: divertirme, estar con los míos, y sí, ¿por qué no decirlo? también me gusta tomarme mis cachis o copas los fines de semana con amigos, y echar algún que otro baile por ahí. También estudio, y no por ello me siento ninguna friki como parece que hay que sentirse (ya se sabe, no hay que trabajar ni estudiar, generación ni-ni que lo llaman...). Tampoco me van las peleas tontas fíjate, ni drogarme hasta las patas para ser mejor que nadie.

Sólo espero, y bastante es, que si algún día tengo hijos, sepa educarles como lo han hecho en mi casa y que no me los "reeduque" por ahí cualquiera, que miedo me da viendo lo visto.

Por todo ésto, estoy orgullosa de todos aquellos que hemos sobrevivido a las influencias de los Ni-ni :) .

1 comentario:

  1. Supongo que los años no pasan en balde, y todos hemos tenido la epoca tonta, como la han tenido todas las generaciones y todas las personas. Yo tuve mi epoca de fumar porros e ir de malote. Pero al final, hay quienes maduran, y aprenden a ser una persona normal, y hay quien es un gilipollas de adolescente, y luego no saben volver a su formato original.

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